Consejo de vida


Cuando una persona externa a la espiritualidad piensa en sabiduría, automáticamente se imaginan a un hombre aislado de la sociedad, ermitaño y ajeno al entorno urbano, mas sin embargo la realidad es muy diferente, la sabiduría no se trata de aislarse del mundo y vivir en soledad, todo lo contrario; se trata de aprender a vivir inteligentemente en el mundo que nos rodea.


¿Cómo se logra esa tarea? Primero debemos aceptar que sufrimos por todo, la gran mayoría de las personas sufren por casi todo lo que les pasa a diario, se toman la vida muy en serio, hay que dejar de tomarse el papel de la existencia tan apecho, cuando empezamos a aceptar que nuestra vida en realidad va mal empieza a ocurrir ese cambio producto de nuestra aceptación, la conciencia de nosotros los seres humanos está muy grave, me refiero al desarrollo de nuestro centro espiritual, escribiendo estas líneas recuerdo un artículo que leí sobre un compositor, allí contaban que él se puso a tocar con su violín una pieza muy exquisita que hacían días atrás había llenado todo un concierto millonario, pero esta vez se encontraba en un metro donde la gente iba y venía de sus labores, nadie le prestaba atención a ese gran músico, solo unos pocos niños, total. Esto demuestra una sola cosa, la cual es la inconsciencia en la que estamos sumidos los seres humanos, somos incapaces de apreciar la verdadera belleza de la vida.


La espiritualidad no significa tampoco ser fanático de una religión o de una organización, cuando una persona empieza a auto reflexionar verdaderamente comienza a vivir la espiritualidad, ese proceder existencial no solo le dará paz a la persona sino que también le dará amor, amor desinteresado y será como una flor aromática pues tendrá el poder de irradiar esa espiritualidad a los demás seres.


Se trata pues amigos lectores de poder tocar una nota diferente, de poder salirse de la horizontal vida que llevamos, de darle un alto a tanta mecanicidad y ponerle el cuchillo de la conciencia a todos los eventos desagradables, para de esa forma vivir de una manera sabia e inteligente.