Primero que todo debemos abrir la mente hacia una cuarta dimensión, la dimensión del tiempo. Recientemente el científico británico de gran fama Stephen Hawking propuso tres hipótesis muy interesantes sobre este tema: Viajar a través de agujeros de gusanos, de agujeros negros y viajar a la velocidad de la luz.
Agujeros de gusanos: Las películas de ciencia ficción muestran una vasta máquina hambrienta de energía que crea un túnel a través del tiempo. Un viajero del tiempo, un valiente, preparado para quién sabe qué, entre en el túnel y emerge quién sabe dónde (...) La realidad puede ser muy diferente a esto, pero la idea en sí no es tan loca», admite Hawking en su artículo. Para los físicos, los túneles en el tiempo pueden ser los agujeros de gusano. «Están a nuestro alrededor, en las grietas del espacio y del tiempo, pero son demasiado pequeños para poderlos ver», explica el científico. «En la escala más pequeña, incluso más pequeña que las moléculas y los átomos, existe la espuma cuántica. Aquí es donde existen los agujeros de gusano, pequeños túneles o atajos a través del espacio y el tiempo se forman y desaparecen constantemente».
Por desgracia, estos túneles son demasiado pequeños para que un ser humano pueda mirar por la cerradura. Miden sólo mil millones de billones de una billonésima de centímetro, pero quizás sea posible coger uno de ellos y hacerlo lo suficientemente grande para el ser humano o incluso para una nave espacial. De esta forma, podríamos viajar a otros planetas situados a años luz de distancia o «quizás los dinosaurios de la Tierra podrían ver aterrizar una nave».
Claro que el agujero de gusano tiene un pequeño problema, lo que Hawking llama la «Paradoja del científico loco». ¿Qué pasaría si un científico usa el agujero para disparar contra su yo del pasado? Ahora está muerto, pero ¿quién disparó? Es una paradoja, no tiene sentido. El tipo de situación que provoca pesadillas a los físicos. Este tipo de máquina del tiempo violaría una regla fundamental que gobierna el universo entero: las causas suceden antes de los efectos, y nunca al revés. El viaje al pasado sería imposible, pero, ¿y al futuro?
Agujeros Negros: Nos parece que el tiempo fluye como un río, a diferentes velocidades en diferentes lugares, y esa es la clave para viajar al futuro», explica Hawking. Esta idea fue propuesta por Albert Einstein hace cien años, al darse cuenta de que debería haber lugares donde el tiempo corre más lento y otros donde se acelera. «Tenía razón y la prueba está sobre nuestras cabezas», en el espacio, dice Hawking. El tiempo va más rápido en el espacio. Dentro de cada nave espacial hay un reloj muy preciso, pero a pesar de ello, todos ganan alrededor de un tercio de billón de segundo cada día. El problema no está en los relojes. Lo que ocurre es que la masa de la Tierra arrastra al tiempo y lo hace más lento.
En el centro de la Vía Láctea, a 26.000 años luz de nosotros, está el objeto más pesado de la galaxia: un agujero negro súper masivo que disminuye la velocidad del tiempo más que cualquier otra cosa en la galaxia. «Es como una máquina del tiempo natural», dice Hawking. Si una nave espacial entrara en la órbita en el agujero, tardaría 16 minutos en completar una órbita para la agencia espacial que controlara la misión desde Tierra. Para los astronautas, sólo habrían pasado 8 minutos. Si pasaran orbitando cinco años, en realidad habrían transcurrido diez. Cuando llegaran a la Tierra, todos los demás habrían envejecido cinco años más que ellos. ¿El problema? Acercarse a un agujero negro es excesivamente peligroso
Viajar a casi la velocidad de la luz: A la tercera va la vencida. Para Hawking, la solución puede pasar por viajar muy muy rápido, más aún que la velocidad requerida para evitar ser arrastrados por un agujero negro. Según Hawking, viajar a casi la misma velocidad de la luz, 186.000 millas por segundo, nos transportaría al futuro. Para explicarlo, el científico imagina un tren superveloz que diera vueltas a la Tierra 7 veces por segundo, lo que no alcanza la velocidad de la luz, algo que las leyes de la física prohíben. Entonces el tiempo empieza a transcurrir lentamente a bordo, como si estuviéramos cerca de un agujero negro, pero en mayor medida, como en cámara lenta. En una semana, el tren viajaría cien años en el futuro. Por supuesto, construir un tren que alcance esas velocidades es imposible, pero hemos construido algo muy parecido: el acelerador de partículas LHC del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en Génova, Suiza. Lo sabemos por unas partículas, pi-mesons, que generalmente se desintegran ipso facto pero que, cuando son aceleradas a casi la velocidad de la luz, duran 30 veces más.
Hawking concluyen que si queremos viajar al futuro, simplemente tenemos que ir muy rápido, algo que sólo es posible en el espacio. Para ello, haría falta una nave 2.000 veces más rápida que el Apollo 10, de enorme tamaño y que pudiera cargar una gran cantidad de combustible, lo suficiente para acelerarla a casi la velocidad de la luz. «Cuatro años después de haber despegado, la nave comenzaría a viajar en el tiempo. Por cada hora en la nave, dos pasarían en la Tierra», explica. Después de otros dos años de velocidad máxima, la nave llegaría a su tope, el 99% de la velocidad de la luz. Entonces, sólo un día a bordo representaría un año en la Tierra. Nuestra nave volaría al futuro.
Parece muy interesante discrepar en toda esta temática de los viajes en el tiempo, ahora pensemos por un momento en que esta cuarta dimensión existe en coordenada tal cual como la región física pero con otro tipo de leyes físicas y naturales, ¿Interesante y fuera de lo común diría el querido lector? Bien veamos de qué se trata esto, mencionemos un poco lo que son los estados de Jinas de los cuales nos hablan ciertas organizaciones de tipo esotérica-ocultista.
Resulta evidente recalcar que este tipo de viajes en el tiempo se deben hacer en el hiperespacio, pero debemos comprender que este hiperespacio no solo se logra atravesar a la velocidad de la luz en una nave, existen ciertos métodos esotéricos que resultan a todas luces interesantes de practicar.
La desaparición o aparición de un cuerpo en el espacio objetivo tridimensional, o el paso de una persona a través de un muro, se realizan con pleno éxito cuando se utiliza científicamente el Hiperespacio. Los gnósticos científicos colocan su cuerpo físico en «Estado Jinas», y se mueven conscientemente en el Hiperespacio. Cuando el cuerpo del yogui se mete en el Hiperespacio, decimos que se encuentra en estado de Jinas.
Este tipo de practicas Jinas se hacen en estado de vigilia-sueño, es decir, cuando se esta a punto de dormir se debe uno levantar de la cama para de esa manera aprovechar el instante en que la esencia se desprende del cuerpo y se escapa hacia las regiones oníricas, pero esta vez nos levantaremos con el cuerpo físico, cuidando el sueño como un tesoro preciado, cuando se ponga de pie el practicante, este debe dar un pequeño salto con la intención de quedar flotando en el espacio, si el experimento a funcionado es obvio que flotara.
Cuando el devoto se halla en estado de Jinas, puede salir de su casa con toda confianza, sin temor ninguno. En estado de Jinas pueden los devotos viajar a los lugares más remotos de la Tierra en pocos instantes.
Esto es porque en ese estado nuestro cuerpo se encuentra en la cuarta dimensión, y como es claro esa otra dimensión esta regida por diferentes leyes físicas y naturales, no existe la gravedad de igual manera como en la dimensión euclidiana.
Aun la ciencia se encuentra en pañales en lo referente a las dimensiones superiores de la naturaleza y el cosmos, pero es evidente que poco a poco se tendrá que manejar la cuarta dimensión plenamente.
"Tal como es arriba es abajo". Lo infinitamente pequeño es análogo a lo infinitamente grande. Un átomo es todo un sistema solar en miniatura.
Recuerda querido lector, que la paciencia es la madre de las virtudes, en este tipo de prácticas es indispensable tener paciencia, algunos lo logran de inmediato, otros en meses y otros en años, ante todo se debe ser sincero consigo mismos y no caer en el auto engaño, de manera que este tipo de enseñanzas son antiquísimas y sagradas no se debe hacer a modo de burla porque nunca se conseguirá resultado alguno.