Cuando llega la hora de muerte de una persona, concurre el ángel de la muerte, “ser encargado de cortar el hilo de plata o Antakarana” este hilo maravilloso es el que conecta nuestra alma con el cuerpo físico y puede estirarse infinitamente.
Se dice que el sueño es una muerte chiquita, porque nuestra alma se escapa por entre esas regiones y gracias al hilo de plata ella puede regresar o retornar cuando nos despertamos.
Las personas agonizantes pueden ver a este ángel de la muerte, se presenta con una forma esquelética y ataviado con vestiduras funerarias, esta representada por la guadaña, instrumento que usa para cortar tal hilo de plata.
El alma de los desencarnados “muertos” luego del instante que mueren recapitulan toda su actual existencia de una forma retrospectiva, desde el ultimo instante hasta el primer inicio de su existencia, una vez realizada tal retrospección el alma del difunto debe presentarse ante los tribunales de la ley divina para ser juzgados por nuestros actos cometidos.
Existen tres caminos para el alma de una persona, la primera es unas vacaciones de gozo en las tierras celestes, la segunda descender a los infiernos o la tercera que nos interesa en este tema retornar o reencarnar nuevamente a este mundo físico.
Tal decisión dependerá de nuestros meritos o acciones hechas en este mundo, si hicimos mal recogeremos mal, si hicimos bien recogeremos bien, eso es más que obvio.
Cuando el alma retorna a este mundo los Ángeles de la vida conectan al embrión el hilo de plata para unir al alma con la criatura humana, la criatura se gesta en el vientre pero no es sino hasta que el bebé inhala el primer aliento cuando el alma penetra en su cuerpo.
Así pues nosotros antes de esta existencia hemos tenido no solo una, sino muchas existencias anteriores, podemos evidencia claramente que muchísimas religiones y culturas nos da una explicación de toda esta cuestión de la reencarnación, no debe ser casualidad que todas ellas digan lo mismo.
Esta claro que la mayoría de las personas no recuerdan sus existencias pasadas porque tienen la consciencia dormida, si tuvieran la consciencia despierta es claro que recordarían todas sus existencias.
La maravillosa ley del Karma se procesa de acuerdo al destino y a la reencarnación, esta trabaja según los actos que hemos tenido de existencia en existencia, nadie se podría explicar como unas personas nacen en la pobreza y otros en la riqueza sino es mediante la gran ley del Karma, como unos nacen enfermos y otros en perfecto estado de salud.
Los sabios nos dicen que el objetivo de que nuestra alma reencarne incesantemente en este mundo tridimensional, es para cumplir el papel de la perfección espiritual, es decir, para volver al estado paradisiaco que otrora perdimos cuando se cometió el pecado original, que como sabemos esta representado en el Edén.
En otras palabras podemos decir que nuestra alma se reencarna porque esta desprovista de valores espirituales, porque le falta algo y ese algo es el Ser, cuando el alma se ligue con el ser y con las virtudes de la consciencia, ese día dejara de reencarnase, simplemente porque su trabajo ya esta hecho.
Veamos algún caso documentado por la ciencia que nos arroje un poco de luz sobre este tema.
El 19 de enero de 1951 Munna, un pequeño de seis años, juega delante de la tienda de su padre, peluquero de Kannauj, una importante ciudad del norte de
Seis meses después de la muerte de Munna, nace en otro barrio de Kannauj, Shankar, hijo de Sri Babu Ram Gupta. Apenas aprende sus primeras palabras el niño muestra un comportamiento extraño. A los dos años habla de su "otra casa" a la que le gustaría volver. Quiere ver a sus "otros padres" y no cesa de reclamar unos juguetes que describe con mucha precisión y que nunca tuvo.
En ocasiones Shankar es presa de grandes temores, y cuenta como en su "otra vida" dos hombres lo degollaron. Desde su nacimiento el chico tiene bajo el mentón, a lo ancho del cuello, una marca misteriosa que parece ser una larga cicatriz.
En 1954 la historia de Shankar recorre la ciudad entera y delante de numerosos testigos y en varias ocasiones cuenta "su" asesinato. Entrega detalles que nunca fueron dados a conocer a la opinión pública, pero que corresponden a la confesión del acusado que se retractó posteriormente.
Esto llega a oídos de Jageshwar: turbado, quiere conocer a Shankar; pero el padre de éste, Babu Ram, se opone a ello. El asunto comienza a inquietarlo y teme que le puedan quitar a su hijo. Jageshwar insiste y el 30 de julio de 1955 logra conocer a Shankar y a su madre. El niño que acaba de cumplir cuatro años reconoce a Jageshwar y se lanza a sus brazos.
En 1956 el profesor Atreva, de Benarés, comienza a investigar el caso de Shankar. Interroga al niño y efectúa verificaciones de los hechos. Shankar proporciona detalles de la vida de Munna que sólo pueden ser conocidos por su familia y sus relatos sobre el asesinato no varían jamás. El profesor Atreva obtiene confirmación de la madre de Shankar, de sus profesores y de sus vecinos. Babu Ram molesto con todo este asunto golpea a su hijo y le prohibe hablar de su "antigua vida". Jageshwar, quien no tiene dudas de que Shankar y Munna son la misma persona, intenta hacer reabrir el proceso de los presuntos asesinos, pero la justicia india rehusa aceptar este extraño "testimonio de la víctima".
Entre 1956 y 1965 el asunto es estudiado no solamente por el profesor Atreva sino también por el Dr. Jamuna Prasad y por el investigador norteamericano Ian Stevenson, quienes tratan de determinar si hubo alguna posible manipulación. La primera hipótesis es que las dos familias serían cómplices, pero entonces ¿cuál sería el motivo? Ninguna de ellas obtiene el menor beneficio financiero del asunto. ¿Vería en ello Jageshwar un medio para hacer condenar a los asesinos de su hijo inculcando falsos recuerdos a Shankar? Esta hipótesis es poco probable. Por lo demás es casi imposible hacer que un niño de tan corta edad pueda aprender tan perfectamente su lección. A lo largo de los años Shankar no se contradijo nunca en sus relatos. Además Babu Ram se muestra constantemente hostil a las declaraciones de su hijo.
Forzosamente habría que admitir que ninguna hipótesis "lógica y racional" puede ser aplicada al asunto Munna–Shankar.
Los investigadores norteamericanos de
Como podemos verificar la ciencia queda en el aire para este tipo de casos, donde no cabe una razón lógica sino solo la reencarnación para explicar este tipo de situaciones, es claro que algunas personas dependiendo de su grado de consciencia pueden recordar algunas existencias anteriores, esperemos que la ciencia “moderna” pueda dar más luz en un futuro no muy lejano para tan misterioso tema que siempre a intrigado al hombre.
“Ala nos envía muchas veces hasta que regresemos a El” (El Corán)
22 de junio de 2010, 19:56
¿Sera como lo muestra en la foto?